Volviendo a los comienzos

Maria Mc Cluskey
Comisión 07
Profesor: Santiago Castellano

Consigna: Escribir un cuento en el que aparezcan los 5 objetos que eligieron, de la siguiente manera:

uno aparece dentro de un flashback (retrospección, recuerdo de uno de los personajes), otro es robado, otro es un amuleto de uno de los personajes o del narrador, el cuarto es parte del escenario y el último funciona como pasaje a otro mundo / situación / escena / estado de cosas.

Trabajo individual
Primera escritura

Volviendo a los comienzos

"La música es un arma en la guerra contra la infelicidad"- Jason Mraz

La casa estaba silenciosa, yo, concentrada en mi lectura. Era domingo. El día estaba soleado, pero por la ventana se veía que corría mucho viento. De pronto, siento que el agua del mate ya hirvió. Me levanto, pongo el agua en el termo y vuelvo hacia donde estaba. Esta vez, me encontraba parada mirando hacia afuera. Una vista hermosa. En eso, observo, que en el borde de la ventana se encontraba uno de esos objetos que siempre me acompañaron. Una pequeña Tour Eiffel. Me río, ya que a lo lejos observo la verdadera e imponente Tour Eiffel. 

¿Cumplí mi sueño? 

Hace tiempo que me siento perdida conmigo misma. Me abundan sensaciones extrañas, donde me encuentro confundida. Varias veces me replanteo mis decisiones, mi presente.

Me suele pasar que hay momentos en que me pierdo en el pasado, añorandolo y preguntándome: "¿Habré tomado la decisión correcta?".

Mientras pienso y vuelco el agua sobre el mate, me llega un mensaje. Mis amigos me invitan a pasar el rato al aire libre, en el parque que rodea la Tour Eiffel. Acepto, creo que necesito tomar aire y despejar mi mente. 

Decido llevar mi guitarra. Siento la necesidad de volver a tocarla. La música siempre fue algo que me relajó, que me conecta conmigo misma, con mi esencia.

Me siento mejor. Me siento rodeada de una energía llena de alegría. Tocar y cantar junto a mis amigos me relajó y me trajo lindos recuerdos.

Un amigo pone música en el parlante y todos nos dejamos llevar por la melodía. Bailamos, tomamos, y comemos. El tiempo se pasó volando. Ya era tarde y teníamos que volver cada uno a su casa. Al volver a donde teníamos todas nuestras cosas, noto que mi guitarra no está. Me desespero, siento perder una parte de mi. Algo que me conectaba con mi pasado, con mi familia, con mi vida en si.

Mi cara se llena de muchas lagrimas. Mis ojos no paran de llorar. Me siento vacía.

Rodeada de tristeza, enojo y mucho malhumor retomo mi camino a casa. Al sacar las llaves para abrir la puerta, destaco mi llavero. Me detengo a observarlo. Es el om, recuerdo de mi madre. Tiene un significado espiritual, es el sonido del que emergen todos los demás sonidos, el sonido primordial. Es el canto de la armonía. Al tocarlo, cierro los ojos. Presiento que estoy en otro lugar. Escucho una música lejana. Me concentro. Percibo una melodía que es conocida para mi. Sonrío. En eso escucho a mi bisabuelo Don Dean, cantar "Una noche de diciembre". Me caen lágrimas, pero esta vez, de alegría.

Abro los ojos y abro la puerta. Entro, feliz, cantando esa canción. Por un segundo me olvido de todo lo que había sucedido. 

Me pongo el pijama y musicalizo el ambiente con canciones de mi familia. Mientras bailo y canto, decido abrir mi billetera para ver cuanta plata tengo. De repente se me cae una moneda. Remarco, que no se trataba de cualquier moneda. Es la moneda, que yo le había regalado a mi padre y que el me la había devuelto para que tenga suerte y me proteja. En eso suena la canción de Don Dean. Sorprendida, pienso que la moneda me quiere decir algo. Como si mi bisabuelo tratara de comunicarse conmigo, de enseñarme algo. Al agarrarla, se me nubla la vista.

Recupero la visión. Ya no estoy en París, estoy detrás de un escenario. Confundida comienzo a escuchar aplausos y gritos. Voy a observar que sucede. 

En el medio del escenario había un banquito y mi guitarra. Toco mi pulsera dorada de la suerte que siempre me acompaña. Avanzo y empiezo a notar cierta euforia en el público. Allí estaba toda mi familia, mis amigos de Argentina, todos. Me siento, agarro la guitarra y comienzo a cantar: "Fue una noche de diciembre...".