miércoles, 16 de diciembre de 2020
miércoles, 9 de diciembre de 2020
El segundo en pandemia
El segundo en Pandemia
miércoles, 18 de noviembre de 2020
Escenas de lectura
La música de mi vida
miércoles, 11 de noviembre de 2020
Sumergida en lo profundo (Reseña sobre "La arquitectura del océano" de Inés Garland)
Sumergida en lo profundo
Sobre “La arquitectura del océano” de Inés Garland
“Escribir tiene que ver con salir a buscar a otra persona”- Inés Garland
A partir de sus 37 años, Inés Garland sale en búsqueda de esa “otra persona” y nos brinda con su escritura una gran cantidad de relatos en donde navega por la esencia humana. Especialmente en La arquitectura del océano, la autora se sumerge en lo profundo en búsqueda de la verdad que caracteriza la vida humana: los encuentros y desencuentros, los deseos y los miedos. Inés Garland, con sus cuentos, indaga en aguas profundas para dar luz a la realidad.
Es interesante analizar el significado que la autora le da a su antología. Se trata del océano como representante de lo indiscriminado, la disolución y la arquitectura, en contraste, como aquella que pone en una estructura todo eso. Ines Garland, jugaría el rol de esa “arquitectura” al poner en evidencia “la vida como es, más cruel, retorcida y llena de miedos”. Sin embargo, lo hace de una manera llevadera, sutil y reflexiva. Uno como lector, no choca al leer sus relatos, sino que muchas veces, se identifica y reflexiona sobre su vida misma.
A raíz de esto, encuentro que Inés Garland nos propone una mirada más real de la vida humana. No intenta llenarnos de ilusiones, de relatos de fantasías, de amor. La escritora profundiza la idea de las relaciones, en especial amorosas, para reflejar su realidad, pero no como única posible, sino abriéndonos paso a la infinidad de posibilidades que existen. Ella misma dice: “La idea de amor romántico que tenemos no debería ser la única posible”.
Retomando la noción de profundidad que caracteriza La arquitectura del océano, Inés Garland resalta que le gusta "entender las motivaciones de las personas y descubrir lo que hay detrás de lo que aparece, lo que decimos. Es como si tuviese la idea de que hay algo más verdadero y no está en la superficie". Y es así como construye relatos donde las mujeres son protagonistas de historias donde la vida está repleta de contradicciones y sellos de clase. Se caracterizan por ser "mujeres que tratan de ser libres pero tienen una tendencia al sometimiento muy grande". Y aun así, uno bucea en las transformaciones de los personajes ya que Inés Garland en lugar de detenerse en largas explicaciones pone a sus personajes a actuar, los deja hacer y ser.
La arquitectura del océano logra crear un libro en el cual las relaciones se muestran como centrales de la vida humana. La autora pesca aquello que la gente no quiere ver, muestra el amor como problema y a las relaciones como conflictivas, llenas de tensiones. Todo lo narra en presente, pero en un presente que recupera el pasado y que anticipa el final, como si dibujara en un único gesto todas las escenas de una relación amorosa.
El libro nos muestra lo confuso que puede llegar a ser la vida, con sus contradicciones, sus errores, sus deseos y miedos y sus encuentros y desencuentros. En definitiva, “La vida tiene esa manía de seguir adelante aunque después no podamos recordar más que instantes sueltos, como esa foto, aunque no podamos reconocer las cosas que nos exiliaron de nosotros mismos” (“El rayo verde”, La arquitectura del Océano).
Inés Garland no escribe solo literatura femenina, ella interpela en su obra también a los hombres ya que escribe sobre cómo, de diferentes maneras, a través de distintas historias nos encontramos y desencontramos en la vida humana
En fin, su conjunto de relatos, caracterizados por sus finales abiertos, dejan la sensación de una posible continuación para que uno como lector imagine, reflexione sobre ellos y sobre su vida misma. Representan la vida en todos sus momentos. Al final de cada relato uno como lector se siente como si le hubiera envuelto una ola y su alrededor solo quedara agua (referencia al relato “El rayo verde”). Uno queda como sumergida en lo profundo.
miércoles, 28 de octubre de 2020
Sobre escenas de lectura
Sobre escenas de lectura
martes, 13 de octubre de 2020
Sobre Reseñas
Sobre Reseñas
“¿Buenas críticas es igual a buenos libros?” (fragmentos)
A través de la pregunta formulada diferentes escritores responden:
Daniel Gigena dice "Me conformo con que haya lectores, y los críticos son lectores entrenados que pueden poner en palabras el conjunto de sentidos que una lectura crea, y que muchas veces son nuevas preguntas más que impugnaciones o alabanzas. Sus textos pueden desalentar o entusiasmar, provocar indiferencia es lo más frecuente."
Mónica López Ocón dice "Una crítica no es ni más ni menos que una lectura posible y, en tanto tal, no debería ser tomada nunca como un veredicto inapelable"
Fermín Rodríguez dice "Tiendo a pensar que la crítica tiene una lógica propia, lo que no quiere decir que el crítico ocupe un lugar de objetividad o de pureza. Pero la instancia suprema del crítico, como decía Walter Benjamin, no es ni el público del mercado ni la posteridad, sino sus colegas, los escritores y los otros críticos, con quienes está en alianza o en conflicto dentro de esa guerra de posiciones que es el campo de la cultura."
"Una buena crítica instala una incomodidad entre aquellas verdades que se imponen como absolutas. Y lo hace por medio de un apasionado trabajo de transformación sobre la lengua del texto de un autor, provocada y desplazada para producir nuevos sentidos. Así, una buena crítica no sólo sirve para pensar la literatura, sino para pensar a secas en zonas de lo real que sólo el arte es capaz de hacer ver."
Eugenia Zicavo dice "La crítica es una actividad arbitraria: el resultado del conocimiento del crítico, pero también de sus gustos y filias. Cada uno lee desde una concepción estética, inevitablemente ideológica, del lugar que ocupa el texto como revelación u omisión de las tensiones de su época"
Silvia Hopenhayn dice "Prefiero pensar la crítica como un “texto cautivo”"
“Tribulaciones de un comentarista de libros”, Luis Fernando Afanador (fragmentos)
Aquí el autor responde a diferentes preguntas, la primera de ellas: ¿Cómo escoger un libro? Lo que contesta diciendo que "Sólo vale la pena hablar de aquellos libros que nos han conmovido, que no han sido escritos para el olvido sino para perdurar. Los que, de alguna manera, son sobresalientes, los que nos hacen mejores, los que provocan el comentario".
Luego se pregunta ¿Cómo escribir una reseña? Y a continuación agrega "Como si fuera el mejor ensayo breve, con la contundencia de los cuentos memorables, con claridad y lucidez. Claro, es casi imposible, pero debemos intentarlo."
Para completar la anterior pone foco en ¿Qué es un reseñador? Lo que argumenta diciendo que cada reseñador con su trabajo construye lo que quiere ser.
lunes, 12 de octubre de 2020
"Mon cher Ricardo" (Respuesta a Ricardo Fort)
"Mon Cher Ricardo"
Respuesta de Ricardo Fort:
Estimada señora de Beauvoir:
En primer lugar, le agradezco su propuesta. A esta altura de mi vida y luego de años en el mundo artístico, no me sorprende que la gente se acerque a mí por mi fama, tal como lo hizo usted mediante su carta.
Valoro que se haya tomado el tiempo de conocer mi carrera. Es cierto todo lo que dijo acerca de mí, pero esa fama que yo mismo supe construir, por la cual logré hacer mi lugar en los medios, hoy en día ya no la valoro como antes. Aquel Ricardo que usted describió se hubiese sentido honrado de formar parte de su nuevo proyecto, al lado de figuras tan importantes, pero el tiempo es oro y al tren Ricardo Fort le queda tanto por recorrer…
Esta vez elijo hacerme a un lado y quedarme con el amor de la gente. Como usted bien sabrá, ya que tanto investigó sobre mi vida, actualmente gozo de un perfecto estado de salud y podrá entender que quisiera aprovecharlo junto a las dos personas que más amo en este mundo: mis hijos Marta y Felipe.
Le mando un saludo y espero poder leer su estudio una vez finalizado.
Ricardo Fort
Respuesta de Simone de Beauvoir:
Mon cher Ricardo,
Recibo con mucho gusto su respuesta. He quedado sorprendida ante su rechazo. No puedo negar que un poco entristecida me ha puesto. Lamento aprender que ya no es aquel personaje que tanto admiro. Pues, debo advertirle que no me quedaré de brazos cruzados viendo como usted renuncia a esa fama, a sus sueños. Le pido que haga un último esfuerzo por su gente, por aquellos que estuvieron ahí para alentarlo, amarlo y sobre todo seguirlo cueste lo que cueste. La valentía que le imploro es la misma que tuve yo al animarme a luchar por las mujeres y la misma que en su momento tuvo usted al ignorar las críticas y convertirse en un gran Showman.
No se confunda, no estoy diciendo que deje de lado a sus dos hijos y vuelva a esa fama que ya no valora. Al contrario, con el apoyo y amor de sus hijos, reaparezca, una última vez, para contar su historia. Será histórico como el encuentro entre Nikita Kruschev y John F. Kennedy. Humildemente le pido una oportunidad, un encuentro. Le prometo que no se arrepentirá.
Le pido con todo cariño que abra conmigo ese corazón, ese ser que tantos admiran y siguen. Anímese a mostrarse, no como aquel que ya no es, sino como aquel en el que se convirtió. Haga de su fama una historia inolvidable. Le aseguro que tanto aquellos que lo admiran, como sus hijos, le estarán agradecidos. Recuerde y hágales recordar a todos que “el tren de Ricardo Fort pasa solo una vez”. Muéstrele a todos que no habrá jamás un hombre como El Comandante.
Por favor deme la oportunidad que de seguro le cambiará la vida. Confíe en mí.
Avec affection,
Ton appréciée, Simone de Beauvoir
martes, 29 de septiembre de 2020
Respuesta a Bruce Wayne ("Apelo a su confidencialidad")
Respuesta a Bruce Wayne ("Apelo a su confidencialidad")
*Querida señora de Beauvoir,
Este humilde servidor del altruismo, como sé que usted también lo es, quiere hacer un cambio direccional en su vida, apostando a que almas puras como la suya guíen su camino hacia un lugar mejor.
Siendo un gran admirador de su aporte a la sociedad, poniendo usted todo su trabajo al desnudo y a la orden de la civilización en pos de inspirar a terceros, deberé devolverle el favor y confesarme yo también.
Quizás sea una gran sorpresa o quizás sea insignificante al tópico, pero el caballero oscuro que ronda la noche de Gotham City soy yo. Así es, yo soy Batman.
El punto de esto es que, siendo el encargado de mantener dicha figura como un símbolo inspiracional, debo recurrir a su ayuda, puesto que nadie está mas capacitada que usted. La realidad es que, gracias a la pandemia que atraviesa el mundo de hoy, la imagen de un murciélago acechando a todes en la oscuridad no es la mejor, verá.
Lo verdaderamente grave del asunto, es que esto conllevó a un crecimiento exacerbado de la delincuencia en la ciudad. Con la imagen del murciélago por los pisos, la credibilidad en el Espantapájaros y sus vacunas sube como la divisa extranjera en Argentina.
Comprenderá que no puedo quedarme de brazos cruzados viendo cómo todo por lo que tanto usted como yo hemos luchado se desmorona. Es así que, dejándome llevar por su ideología: "sólo es expresado aquello que puede ser narrado", la invito a ser la co-autora de mi primer libro, si me permite, nuestro primer libro.
En este pretendo develar mi identidad, para poder darle vida a ese simple murciélago que parece tan ajeno al ciudadano. Para ser uno igual al resto y poder hacer de nuestra lucha, la lucha de todes.
Sé que esto conlleva muchos riesgos, pero combatir al crimen por las noches también lo hacía y no por eso me detuve. Hablar de igualdad en el siglo XX también lo hacía y no por eso se detuvo usted. Sé también que hay mucho más por hacer, pero por algo se empieza ¿Verdad? Más vale murciélago en mano que cien volando.
Usted misma dijo que "mujer no se nace, se llega a serlo" y hoy Simone, hoy quiero ser mujer para luchar contra la injusticia del mundo.
Permítame entonces, para finalizar, citar a un conocido suyo: "los hombres pueden morir de hambre por la falta de autorrealización tanto como puedan por la falta de pan" - Richard Wright. Podremos tener pan en nuestras mesas señora de Beauvoir , pero si no hacemos esto, le aseguro moriremos de hambre.
Por lo pronto, apelo a su confidencialidad.
Con cariño, Bruce Wayne
Cher Bruce Wayne,
Qué agradable sorpresa recibir su carta. Me halaga su apelo a mi confidencialidad. Me extraña su gran admiración por mi trabajo; nunca pensé que Batman sería un gran admirador de una escritora feminista. Sin embargo, sus palabras fueron perlas de sabiduría.
Con respecto a su propuesta, no sabía que Batman, además de ser el caballero de la noche, era un escritor culto y lamentablemente no podré cumplir su deseo de escribir un libro juntos . Respeto su manera de resolver las injusticias sociales pero simplemente no me veo representada en ellas. La violencia para mi no es negociable. Es por eso que me hago a un lado y dejo que recorra su camino solo. No deje atrás su lucha, siga peleando por sus ideales. Repito : “Que nada nos defina. Que nada nos sujete. Que sea la libertad nuestra propia sustancia”. Insisto, querido Bruce Wayne, deje guiarse por su libertad y muéstrele al mundo quién está detrás del caballero de la noche. Muéstrese como se ha mostrado frente a mi. No le tenga miedo a su libertad.
Finalmente, le recuerdo que no dude en enviarme una copia de su libro si es que decide escribirlo. Aunque antes tengo un humilde consejo. Quizás deba expresarse ante su público mediante lo visual, cinematográficamente hablando. Sin dudas, confío en que su anuncio será bien recibido.
Avec amour,
Simone de Beauvoir
martes, 22 de septiembre de 2020
Carta a Ricardo Fort
Comisión 07
Profesor: Santiago Castellano
Carta a Ricardo Fort
París, Francia
Estimado Ricardo,
Conozco la difícil situación por la que está afrontando en estos días y humildemente vengo a proponerle algo diferente pero interesante.
Probablemente le sorprenda recibir una carta de París y en especial, que venga de mi. Posiblemente no sepa quien es la mujer que le escribe. Pues me presento. Mi nombre es Simone de Beauvoir y soy una escritora y filósofa francesa feminista. A lo mejor, ha oído hablar de mi lucha por los derechos de las mujeres y la despenalización del aborto en Francia. Pero se preguntará qué interés tiene una escritora feminista francesa en un personaje como Ricardo Fort. Pues los tiempos cambian y uno debe acomodarse a ellos.Y como dice mi gran compañero de vida Jean-Paul Sartre: “no perdamos nada de nuestro tiempo; quizá los hubo más bellos pero éste es el nuestro”.
A raíz de estos tiempos que se modernizan más y más, decidí tomar un camino distinto al que venía recorriendo. Quizás podría caracterizarlo como inesperado. Es por eso que en mi búsqueda por el porvenir, su imagen, su figura y su importancia a nivel mediática, llegó a la luz de mis ojos. Como bien dicen, el que busca, encuentra.
Sé e investigué sobre su trayectoria. Me pareció muy interesante su crecimiento y a su vez, el amor y admiración de su público hacia su persona. Reconozco que es muy valiente al mostrarse completamente transparente frente a los medios de comunicación. Pues sé lo difícil que es llevar a cabo una vida en donde lo critican mucho; a mi me pasó y sigue pasando por ser mujer. Aunque a usted, siempre pareció desinteresarle qué opine el resto. De alguna manera encuentro revolucionaria su forma de ser. Criticado por su padre como alguien “incapaz” y por los medios como una persona “ostentosa”, rescato su perseverancia por seguir siendo fiel a su ser y a su personalidad. Pues coincido con Rosa Luxemburgo al decir que “lo más revolucionario que una persona puede hacer es decir siempre en voz alta lo que realmente está ocurriendo”. Y así, mi querido Ricardo, se comporta usted y realmente lo admiro.
Su figura mediática tan importante en Argentina me llevó a proponerle lo siguiente: Pensando en su trayectoria como personaje famoso me interesaría escribir, en un primer lugar, un estudio sobre lo que conlleva la vida de una “celebrity”. Usted sería uno de los casos por su aspecto extravagante, su perseverancia a seguir creciendo y mantenerse en forma y siempre “perfecto” frente a cámaras y por sobre todo, su pasión y creatividad que lo llevaron a ser quien es. También por esa humildad y sensibilidad frente a un otro en condiciones sociales o físicas peores que usted. El estudio conlleva varios personajes como Marilyn Monroe, Britney Spears, Stephen Hawking, Franz Kafka, Frida Kahlo, entre otros.
Lo elijo a usted entre tantos otros por que veo y siento que tanto usted como yo tenemos el deseo de cambiar lo malo de esta sociedad, eso que le hizo tanto daño pero que lo convirtió en lo que es hoy: El Comandante Ricardo Fort. Digámosle “Basta Chicos” a todos aquellos que critiquen y hagamos saber a la gente quien es y cual es la historia de Ricardo Fort. Haré que su historia llegue a miles de personas como lo hizo en su momento Showmatch al convertirlo en la famosa figura argentina. Demostremos juntos, que la fama te da el poder de abrir mentes.
Espero ansiosa su respuesta.
Atentamente,
Simone de Beauvoir
miércoles, 2 de septiembre de 2020
La Pantera negra (continuación casas)
La pantera negra
Una tarde, mientras charlaba con una tía vi cómo una pantera negra se me arrojaba encima. Me escondí debajo de la mesa. Como lo único que puede haber visto era el pañuelo que mi tía llevaba en el cuello, mis viejos decidieron internarme. Las pastillas me producían esas visiones zoológicas. En el hospital pasé dos días de alucinaciones. Recuerdo cuando me internaron, estaban mis viejos hablando con el médico, se los notaba preocupados. Se encontraban a los lejos, con lo cual, no oía de qué hablaban. Inmediatamente que se terminó esa charla, el médico se me acercó. Yo, todavía bajo los efectos de las drogas, recuerdo como su cara se había transformado en la de un gato. Al principio me asusté, pero decidí no hacer escándalo para aparentar que me encontraba en perfectas condiciones. Deje de escuchar lo que me decía el médico o más bien el gato. Se encontraba misterioso y hablaba con una gran tranquilidad. Sus ojos eran radiantes, llegando al nivel que sentía que me penetraba con su mirada. Hipnotizado por la mirada del gato, veo que detrás de él un animal negro pasa.
-Es la pantera de vuelta- grito asustado.
-No hay ninguna pantera- contesta el gato.
-Me persigue- insisto.
De inmediato, siento como un líquido corre por mi cuerpo. Me habían inyectado para que me tranquilizara y durmiera.
Me despierta un ruido. Al abrir los ojos, todavía un poco dormido por lo que me inyectaron, veía todo borroso. Siento una voz femenina que me habla. Me tocó los ojos para poder ver mejor. Estaba oscuro y no veía nada. Vuelvo a escuchar esa misma voz. Intenté seguir la voz con mi mirada, pero nada. Me paro en medio de la oscuridad. Comencé a seguir esa voz tan dulce. Parecía como un canto. Sin prender la luz, salí de mi habitación. El hospital parecía estar vacío. Veo a lo lejos una sombra más negra que la oscuridad que me rodea. La sigo. Me encuentro semidormido subiendo las escaleras. Caminaba sabiendo hacia donde iba. No recuerdo el trayecto con exactitud. Debe haber sido por lo drogado que estaba. Todo era silencio. Me veo parado en la terraza del hospital en plena noche. Me siento en el borde y dejo que el viento fresco de la noche me vuele los pelos de mi cabeza. Respiro profundo y disfruto esa pequeña sensación de libertad. La voz reaparece. Miro hacia un costado.Nadie. Miro hacia el otro. Absolutamente nadie. Me doy vuelta, y allí estaba. La pantera negra.
Conversamos hasta que se hizo de día. Tenía algo muy dulce en su voz. Parecía querer enseñarme muchas cosas sobre la vida. Era como si mi madre me estuviera hablando. Hablaba pausadamente con mucha dulzura. Atrapado en la conversación, me olvide de que me encontraba hablando con una pantera negra. Si, un animal. En mi cabeza, en mi estado, todo tenía sentido.
Mi estado de comodidad y tranquilidad se vio interrumpido por una alarma. Allá abajo sucedía algo. Sentí como el alborto llegaba a mis oídos. La pantera intentaba advertirme de algo. Intenté escucharla pero no lo lograba a causa de esa maldita alarma. Intentaba leer sus labios pero era inútil, no entendía lo que me estaba diciendo. Su mirada me preocupaba.
Sentí el golpazo de la puerta y un grito "Aquí está". La pantera desapareció inmediatamente. Mi cuerpo se rodeo de brazos abrazándome. Todos alrededor preguntándome cómo me sentía. Aterrado por el alboroto, me desmayé.
Me desperté rodeado de cables y un ruido molesto marcando mis pulsaciones. Estaban mis padres. Mi madre llorando me miraba preocupada.
-¿Por qué?- me dijo.
-¿Por qué, qué?- le contesté.
-¿Por qué intentaste suicidarte?-me susurró.
-No me suicidé, estoy vivo mamá.- le contesté.
Se tiró a mis brazos llorando desconsoladamente, mi padre indiferente. Mientras abrazaba a mi madre noto algo en el pasillo. La puerta de mi habitación estaba entreabierta. A causa de la lejanía fuerzo mis vista para lograr ver con más precisión qué es lo que se encontraba detrás de esa puerta. La pantera negra. Cerré los ojos. Los abrí. Ya no estaba más. Sentí que estaba cayendo en la locura. ¿Por qué estaba alucinando con una pantera negra que incluso hablaba? Pensé en mi estado y me tranquilicé. Decidí culpar a las drogas por ello.
Pasaron las horas y mis dos padres seguian ahi. Su presencia me incomodaba. Necesitaba salir de allí, pero era imposible. Quería estar solo, en mi cuarto, escuchando música. Es lo único que pedía, tranquilidad. Y por supuesto, que nadie me joda. El hospital, no era un lugar tranquilo. Constantemente veía, por el pequeño espacio que la puerta semiabierta me permitía observar, una gran cantidad de personas pasar. Había de todo, enfermeras, médicos, pacientes, familiares. Muy agotador.
Necesitaba que esa pesadilla se terminase para poder retomar mi vida. Ya no sabía si lo que veía era por efectos de los medicamentos que me daban o si era la realidad. Estaba confundido. Lo único que escuchaba eran los llantos de mi madre y seguido a eso pequeños discursos de que la vida si tenía sentido vivirla.
El médico entra a mi habitación. Se lo notaba serio. Empieza a leer mis estudios médicos. De la nada, su rostro vuelve a parecerse al de una gato. Dejé de entenderlo. Las alucinaciones se estaban apoderando de mi. Cerré los ojos y me dormí.
Vuelve a estar todo oscuro a mi alrededor. Me vuelvo a levantar, pero esta vez me siento distinto. No es mi cuerpo. Alcancé a notar que tenia mas pelos de lo usual. Mis manos eran distintas. Me sentía más encorvado. Claramente no era yo. Pero al estar todo oscuro, no lograba verme del todo bien. El instinto me llevó a salir de mi habitación. Esta vez, ninguna voz me guiaba. Mi cuerpo o el de este nuevo ser, se dirige solo. Ya no tengo ningún control de mis movimientos. Solo observo. Me encuentro de vuelta en las escaleras. Pero no las subo, las trepo.
Siento el viento en mi cuerpo desnudo. Hacía frío. La pantera negra estaba sentada mirando hacia el horizonte. Me dirijo hacia ella. Al caminar hacia donde se encontraba, noto algo raro en el reflejo de un charco. Me detengo para observarme. A pesar de la oscuridad, logré ver que se trataba de un animal. Intuyo que era un mono. ¿Por que me había convertido en mono? ¿Estaba alucinando de vuelta? ¿Estaba soñando?
-Veni, acércate- me dijo.
-¿Percibís el silencio?- acotó
-Si- le respondí
-Así va a ser cuando yo no esté, un eterno silencio- dijo.
Me despierta la luz del día. La enfermera brutalmente abrió las cortinas para que entrara la luz del día. Confundido observé mis manos. Volví a ser yo. Me anunciaron que en instantes me iba a visitar el médico. todavía un poco dormido pienso en el sueño que tuve. Esa última frase. ¿Que significaba?
El médico entra y me anuncia que me daba el alta, mis estudios daban bien. Me di cuenta de mi mejora al ver que se trataba del médico y no del gato con el que alucinaba. Me cambié y volví a mi casa. Al llegar mi madre me esperaba con la comida lista. Mi padre junto a ella y mi hermano sentado en la mesa. Fue la cena que más disfruté. Charlamos mucho y comimos también. Fue divertido.
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El día estaba gris y volvíamos con mi hermano, mi padre y yo de enterrar a mi madre. No nos hablamos en todo el trayecto. Puro silencio. Almorzamos como era de costumbre en la mesa. Ninguno abrió la boca para hablar, salvo para comer. En silencio comimos y luego nos dividimos cada uno en su isla. Recostado en mi cama escuchando música, recordé ese extraño sueño. La pantera tenía razón, nos encontrábamos en un eterno silencio.
miércoles, 26 de agosto de 2020
"Fotos" de Walsh
"Fotos" de Walsh
"Escribiendo entre 4 paredes"- Antologia
"Escribiendo entre 4 paredes"- Antología 2020 https://drive.google.com/file/d/1abR0Qg896oypDGC9rp4cw8zVSFbmcOFa/view?usp=sharing
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Esta soy yo :)
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Maria Mc Cluskey Comisión 07 Profesor: Santiago Castellano Consigna: Elegir una de las fotos que encontraron del archivo familiar/pe...
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Maria Mc Cluskey Comisión 07 Profesor: Santiago Castellano Consigna: lean y hagan una nota de lectura, en la que den cuenta de cuál es el...