Sumergida en lo profundo
Sobre “La arquitectura del océano” de Inés Garland
“Escribir tiene que ver con salir a buscar a otra persona”- Inés Garland
A partir de sus 37 años, Inés Garland sale en búsqueda de esa “otra persona” y nos brinda con su escritura una gran cantidad de relatos en donde navega por la esencia humana. Especialmente en La arquitectura del océano, la autora se sumerge en lo profundo en búsqueda de la verdad que caracteriza la vida humana: los encuentros y desencuentros, los deseos y los miedos. Inés Garland, con sus cuentos, indaga en aguas profundas para dar luz a la realidad.
Es interesante analizar el significado que la autora le da a su antología. Se trata del océano como representante de lo indiscriminado, la disolución y la arquitectura, en contraste, como aquella que pone en una estructura todo eso. Ines Garland, jugaría el rol de esa “arquitectura” al poner en evidencia “la vida como es, más cruel, retorcida y llena de miedos”. Sin embargo, lo hace de una manera llevadera, sutil y reflexiva. Uno como lector, no choca al leer sus relatos, sino que muchas veces, se identifica y reflexiona sobre su vida misma.
A raíz de esto, encuentro que Inés Garland nos propone una mirada más real de la vida humana. No intenta llenarnos de ilusiones, de relatos de fantasías, de amor. La escritora profundiza la idea de las relaciones, en especial amorosas, para reflejar su realidad, pero no como única posible, sino abriéndonos paso a la infinidad de posibilidades que existen. Ella misma dice: “La idea de amor romántico que tenemos no debería ser la única posible”.
Retomando la noción de profundidad que caracteriza La arquitectura del océano, Inés Garland resalta que le gusta "entender las motivaciones de las personas y descubrir lo que hay detrás de lo que aparece, lo que decimos. Es como si tuviese la idea de que hay algo más verdadero y no está en la superficie". Y es así como construye relatos donde las mujeres son protagonistas de historias donde la vida está repleta de contradicciones y sellos de clase. Se caracterizan por ser "mujeres que tratan de ser libres pero tienen una tendencia al sometimiento muy grande". Y aun así, uno bucea en las transformaciones de los personajes ya que Inés Garland en lugar de detenerse en largas explicaciones pone a sus personajes a actuar, los deja hacer y ser.
La arquitectura del océano logra crear un libro en el cual las relaciones se muestran como centrales de la vida humana. La autora pesca aquello que la gente no quiere ver, muestra el amor como problema y a las relaciones como conflictivas, llenas de tensiones. Todo lo narra en presente, pero en un presente que recupera el pasado y que anticipa el final, como si dibujara en un único gesto todas las escenas de una relación amorosa.
El libro nos muestra lo confuso que puede llegar a ser la vida, con sus contradicciones, sus errores, sus deseos y miedos y sus encuentros y desencuentros. En definitiva, “La vida tiene esa manía de seguir adelante aunque después no podamos recordar más que instantes sueltos, como esa foto, aunque no podamos reconocer las cosas que nos exiliaron de nosotros mismos” (“El rayo verde”, La arquitectura del Océano).
Inés Garland no escribe solo literatura femenina, ella interpela en su obra también a los hombres ya que escribe sobre cómo, de diferentes maneras, a través de distintas historias nos encontramos y desencontramos en la vida humana
En fin, su conjunto de relatos, caracterizados por sus finales abiertos, dejan la sensación de una posible continuación para que uno como lector imagine, reflexione sobre ellos y sobre su vida misma. Representan la vida en todos sus momentos. Al final de cada relato uno como lector se siente como si le hubiera envuelto una ola y su alrededor solo quedara agua (referencia al relato “El rayo verde”). Uno queda como sumergida en lo profundo.
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